Todos Somos buenos. O al menos eso es lo que nos convencemos
a nosotros mismos, ya que nos justificamos de nuestras acciones, y nos hacemos
creer que estamos haciendo lo correcto, cuando no siempre es así. Nos mentimos
descaradamente y quedamos satisfechos de nuestro hacer.
¿Por qué digo esto? Hace unos días tuve que hacerla de verdugo en
una situación personal, me sentí muy mal conmigo mismo, pero tenía que hacerlo
y me la he pasado convenciéndome que hice lo correcto, me puse analizar todas
las cosas que la otra persona ha hecho mal respecto al tema y que esta vez
sería una lección, de la cuál espero aprenda y no solo se victimice. Pero lo
peor es que me tocó ser el juez de una situación, donde yo estoy cometiendo el
mismo delito, del que estoy castigando al acusado, solo que él no lo sabe, y yo
me miento pensando en que mi situación es diferente, que es la primera vez que
lo hago, y mil cosas más, la realidad es que yo era el menos indicado para juzgarlo,
que si ha mentido muchas veces, que ya era justo que le dijera que hacía mal,
es intrascendente, no era yo la persona indicada para este caso, lo hice porque
hubo más personas que creyeron en mí, y a ellas les debía dar razón de mi
proceder.
Sin embargo analizando mi pequeña e insignificante cuestión,
me voy un poco más allá, donde me pregunto si los delincuentes, políticos corruptos
y demás escoria humana a la que las masas consideramos “malos” se considerarán
a sí mismos de esa forma, yo creo que no, para ellos su proceder es lo que debe
hacerse, el narcotraficante debe pensar que lo que está haciendo es bueno
porque lleva diversión a gente que así lo quiere y que el consumidor está
consciente del daño que se puede hacer, pero él no los obliga a usarla, que
mata a competencia con el fin de llevar mejores precios a su mercado, o que se
yo, muy seguramente también se justifica, no soy psicólogo, pero para el yo
interno todos debemos ser buenos, de igual forma el político que por algún
soborno realiza obras de menor calidad, ha de pensar que de todas formas
va a servir, de eso a nada, que se yo,
pero muy seguramente se justificará también, así somos, todos somos buenos, al
menos para nosotros mismos.
Esto me ha traído deprimido por días, y me siento fatal, quisiera retractarme de mi decisión, pero no lo haré, fui elegido para esa labor por ser el de carácter mas firme y eso debo demostrar, aunque sienta que me está carcomiendo esta situación.
Total, el bien y el mal es algo subjetivo, así que yo soy el bueno aquí.